Lorenzini go home


Esa fria mañana de principios de junio el empleado de la Oficina de Gestión Judicial de Primera Instancia de Rosario (una especie de mega Mesa de Entradas de las causas penales que los fiscales “judicializan”) tardó en entender el origen y el porque de la llamada, mientras revolvía el primer café de la jornada. Alguien desde la lejana Reconquista- quinientos kilómetros al norte de Rosario, en la punta noreste de la bota santafecina- se presentaba como Prosecretario de un Juzgado Civil y Comercial y preguntaba como hacer para hablar con dos de los jueces penales de Rosario, Hernán Potsma y Nicolas Foppiani.

Alexis Marega, asi se llama el Prosecretario del Juzgado en lo civil y comercial de la segunda nominación de Reconquista, invocó el nombre de su jefe-el todavía juez Lorenzini, todavía a cargo de la farsa concursal de Vicentin- y logró hablar con el juez Foppiani primero y con el Juez Potsma después. Paralemente logró establecer contacto con el Fiscal Miguel Moreno- el Fiscal provincial de Rosario que hace tres años lleva adelante la investigación penal respecto de los directivos de Vicentin por defraudación y asociación ilícita- a través de una funcionaria de la Fiscalía que casualmente atendió su llamado, realizado  desde el norte santafecino. El “convite” consistía en sendas reuniones con ambos jueces y con el Fiscal Moreno, con la asistencia personal del magistrado reconquístense, y con la idea de abordar “cuestiones de la causa penal que repercuten en el cocurso”; léase “Lorenzini quiere ver como hacer para levantar la interdicción sobre el paquete accionario de Renova y poder aprobar la propuesta de la concursada” . La reunión se había programado para el viernes 9 de junio primero y se reprogramó  para el 16 de ese mes. Las reuniones nunca se hicieron, Lorenzini NUNCA vino a Rosario, la interdicción sobre el patrimonio de Vicentin sigue viva, mas viva que nunca. Lorenzini enfrenta ahora un sumario, un jury y una nueva recusación ; y esta vez todo indica que el paraguas protector de la Cámara de Reconquista  se cerrara o no servirá.

                La gestión abogadil que el juez Lorenzini comenzó a realizar a través de la concertación de las entrevistas, y las gestiones personales y presenciales que buscaba hacer, están reñidas con la ética y la legalidad en el desenvolvimiento de la magistratura. Hace mucho que Lorenzini perdió imparcialidad-SI ES QUE ALGUNA VEZ LA TUVO=, ocurre que ahora el nivel de desesperación al ver que no podrá cumplir con Vicentin, es tal, que incurre en estos errores y horrores conductales.

                El desenvolvimiento de Lorenzini raya lo delictual y se da groseramente de bruces con las normas del Codigo Procesal Civil de la Provincia de Santa Fe, del Reglamento del Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe y de toda la normativa internacional rectora de la conducta de magistrados , abogados y procuradores de Justicia. Además de lo que hizo, agrava la situación COMO lo hizo: no se dirigió a sus colegas del sur de la provincia a través de un correo institucional, o remitió un oficio judicial, no existe en el expediente del cocurso providencia o constancia alguna ni de la gestión encomendada al empleado Marega ni del proyectado viaje, ni de nada: a la conducta ilegal le agregó lo furtivo, lo clandestino.

                Quienes denunciamos hace casi tres años esta conducta falencial de alguien que no tiene la idoneidad técnica y moral para ser juez, lo hicimos nuevamente y lo seguiremos haciendo. La presencia de Lorenzini en esta causa y a estas alturas en el juzgado implica la consagración de un sistema de denegación de justicia.

                Hay en danza tres instancias investigativas de todo lo aquí expuesto: 1.Una recusación que tiene en sus manos la Camara Civil y Comercial de Reconquista, 2 Un sumario administrativo ante la Corte, hoy  con un Fiscal General actuando como instructor; 3 un nuevo pedido de jury, con suspensión y destitución de Lorenzini; tiene en sus manos el Procurador de la Corte.  En nuestro pedido de enjuiciamiento anterior sugerimos la producción de prueba insoslayable; en este también: el testimonio de los jueces y fiscales “buscados” por Lorenzini. Sería un soplo de aire fresco para el Poder Judicial de Santa Fe que el Procuradore de la Corte asumiera su rol seria y responsablemente y una medida de higiene procesal suspender a Lorenzini y correrlo del concurso de Vicentin.  Por si algo faltara cabe resalatar que los tres síndicos del concurso de Vicentin están también procesados en Rosario por encubrimiento, a partir de la conducta desarrollada en el Concurso que tramita en el Juzgado de Lorenzini en Reconquista.

En un Estado de Derecho la función constitucional de administrar justicia es crucial. La circunstancia de suspender y destituir un juez es dramática y extrema. La conducta de Lorenzini no deja lugar a otra tesitura. Si los organos de investigación y  control no actúan ante tamaña inconducta judicial estamos al filo de la complicidad o el encubrimiento.  El affair Vicentin constituye el mayor desfalco en la historia de la Provincia, cuantitativa y cualitativamente; y lo de Lorenzini no se vio nunca en la historia judicial de Santa Fe.

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